SCREAM: grita antes de morir

A mediados de los años 90's prácticamente cualquiera podía tener acceso a tu número telefónico a través de las guías o secciones nacionales. Y aunque el teléfono ya había sido inventado hace más de 100 años, estábamos en una época en que el acceso a la información no estaba tan diversificado. SCREAM utiliza este contexto y recurso para dar vida a el asesino serial más representativo de la época: Ghostface.

Todavía teníamos que ir al Cine Club o Blockbuster a rentar nuestras películas, la mayoría en VHS. Ese tiempo se convirtió en el escenario perfecto para el nacimiento de una saga de películas que le devolvería la vida al género SLASHER, no sólo dando una historia interesante y cercana al público sino, incluso parodiando lo que el genero había establecido.

SCREAM es una de mis películas favoritas, y ya es una tradición para mí el disfrutarla cada mes de octubre; y es que la idea de un asesino tan humano enmascarado con sed de sangre y deseo de ver a los adolescentes correr de miedo es algo que se renovó con esta serie de películas.

Durante el filme podemos ver que el asesino o Ghostface deja claro que conoce las reglas de las películas de slasher y se esfuerza por cumplir con ellas; al grado que a veces parece ridículo observar cómo es golpeado, empujado, apuñalado e incluso sorprendido por aquellos que desea perseguir.

La protagonista Sidney hace una representación maravillosa de lo que puede hacer una persona normal con deseos de sobrevivir; en muchas ocasiones usa la lógica e intuición para poner a su perseguidor en aprietos. Nadie está a salvo y cualquiera podría ser el asesino.