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Cualquiera que haya tenido la oportunidad de ver la serie de Death Note ha podido sentir emoción, admiración o cierto misticismo cuando observa al personaje de L; y es que en muchos sentidos su personalidad enigmática lo hace un personaje digno de observación y análisis constante.
Su presentación en la serie desde el capítulo 2, siendo una figura en la sombras que se identifica así mismo como 'la justicia', nos deja ver de manera casi instantánea la capacidad de asombro que tiene pero al mismo tiempo de entender a las personas y sus motivaciones.
Uno de sus rasgos más destacables es su determinación y deseo por ganar o descubrir los misterios; los mismos autores del manga han dicho que L decidió involucrarse en el caso sólo para quitar su aburrimiento ya que le encanta desarrollar su intelecto y demostrarse así mismo que es el mejor en lo que se proponga.
L. Lawliet tiene muchos matices dependiendo de la situación, en ocasiones podemos verlo triste o derrotado cuando piensa que ha perdido o de cierta manera podría haberse equivocado; así como también se puede ver la pasión por lo que hace al descubrir nuevas cosas; e incluso el poner en riesgo su vida para comprobar sus teorías.
Me encanta L porque es una persona que no busca destacar en ningún aspecto vano o trivial, y eso mismo es lo que lo hace sobresalir. Su obsesión por lo dulce, sus posturas y gestos son muy particulares. Nada en él busca ser estético y en eso radica su encanto.
No quiero contar demasiado por si no has visto la serie, sólo te diré que definitivamente la tengo en mi top de series e incluso de entretenimiento en general. La recomiendo enérgicamente, espero puedas disfrutarla como yo.
La serie es estupenda, el personaje de "L" me pareció muy curioso, hasta una extrapolación de un mangaca japonés. Claro que los escritores al vivir su realidad y sin querer escriben de ella, se nota los tintes o influencia de la narrativa norteamericana de tramas de detectives en la serie de Death Note, sin embargo, los japoneses le dan un toque enigmático peculiar. Lo llevan a extremos inusitados, lo que se puede admirar de la narrativa de la historia. Personalmente me agradó más Light Yagami (no sé si se escriba bien de esa forma) y buena su relación con la estrella pop que no recuerdo su nombre. Pero me gustó ver en ese personaje que es tentado por un poder sobre humano para poder decidir sobre la vida de los que considera inmorales o detestables, un acercamiento al verdadero humano parecido a la de la narración de "Fausto" de W. Goethe. Al parecer, pueden verse además de tradición estadounidense y alemana, la viva esencia de una imaginación japonesa, explotando en una ficción muy real.
ResponderEliminarMuy buen post, Iranny. Sigue adelante. Doy mi pequeño aporte.
Muchas gracias por tu aportación Rodrigo, como siempre muy nutrida de reflexión y datos interesantes. En lo personal Yagami me pareció bastante agradable en los primeros capítulos cuando experimentaba con sus conceptos personales de justicia y la idea de crear el nuevo mundo. Después se corrompió bastante a la hora de matar inocentes para llevar a cabo su plan y me empezó a gustar la contraposición de L. Por supuesto el genio de Yagami es admirable y aportó mucho sabor a la serie. Un abrazo, cuidate mucho.
EliminarCoincido en todo menos en lo de la pasión.
ResponderEliminarLa pasión es contraria a la razón y L jamás pierde su lado racional ni por un momento. Uno pensaría que un sociópata como él escapa fácilmente a las emociones humanas pero no es su caso, lo cual lo convierte en el enigmático personaje que bien presentas.
Ríe, sufre, siente, pero jamás pierde la concentración en el tema en que se ocupa.
Gracias por tu aportación, cuando me refiero a la pasión es bajo el concepto de tener emociones intensas sobre lo que le gusta; mi comentario fue dirigido dado que los mismos autores del manga han dicho que la única razón por la que L se involucró en los temas de detective fue para salir del aburrimiento. Por supuesto siempre conserva la razón y pienso que en ello está su pasión o si buscamos otra palabra, su misma vocación. Y sí como mencionas, las emociones se expresan de muchas maneras y L tenía su propia forma, bastante particular. Un abrazo, gracias por leer.
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